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Sábado 10 de septiembre de 2016, Año 8 • Precio: Mil duro. |
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Ante la pregunta del canciller venezolano "¿Quieren patria o papel toilet?", la mayoría estaría eligiendo la opción 1.
Cuando los testaferros del Imperio Yanqui azotan un país desabasteciéndolo de productos de primera necesidad (entienda artículos de cagadero), los ciudadanos suelen morder el anzuelo y debilitan al gobierno con protestas. Sin embargo este no sería el caso de Venezuela, una nación orgullosa del legado revolucionario de Hugo Chávez que no se deja doblegar. ¿Que si falta papel higiénico? Lo importamos. ¿Y si la situación empeora? Hacemos patria.
Ante la disyuntiva "patria o papel toilet", la mayoría de los venezolanos se estaría inclinando por la primera opción. Es por eso que ahora los visitantes pueden observar ciudadanos chavistas defecando en plazas públicas a plena luz del día o, como lo llaman ellos, "haciendo patria". También se los puede ver lavando su ropa interior en el río, y es que a la hora de defender los ideales bolivarianos todo vale.
A diferencia de otros políticos que dicen pero no hacen, el presidente Nicolás Maduro (un simio que tiraron repetidas veces de cabeza y sobrevivió) es un líder consecuente con sus ideas. Es por eso que ha decidido empezar a limpiarse el culo con papeles no convencionales. Ha comenzado utilizando las denuncias de fraude electoral realizadas por los veedores europeos, y sus allegados dicen que piensa seguir con la Constitución Venezolana.
A la producción audiovisual que caracterizó el gobierno del comandante Chávez, ahora se le añade el elemento olfativo, lo que convierte al chavismo en una "revolución de los sentidos". Los mitines partidarios que antes podían oírse desde lejos ahora también pueden olerse a kilómetros de distancia, dependiendo de la dirección del viento. Es el perfume del socialismo, aunque algunos opinan que es olor a culo sucio. Como fuere, ese olor es señal de que el Imperio no está ganando. Por ahora.
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